El estreno de 'Oppenheimer' supone la primera vez en la que Christopher Nolan hace un drama biográfico, pero también marca otro gran hito para el director, ya que es su primera película con escenas de sexo. Un dato que puede resultar sorprendente, pero su castidad previa también tenía que ver con una vocación de cine blockbuster destinado a un gran público, también con poco espacio para la violencia gráfica, siguiendo con constancia una pulcritud que nunca se sale de los límites.
Lo que puede sacarse en claro en su filmografía es que el director ha adquirido una reputación digna de meme por la forma en que trata las relaciones entre hombres y mujeres. A menudo, las últimas mueren (o están ya muertas) y los hombres están tristes como consecuencia. Nolan, esencialmente, es el rey del tropo de la esposa muerta. Y esto sufre una inversión en su nuevo trabajo, aunque acaba cayendo en otras trampas muy superadas desde el punto de vista de género.
Su cine es conocido por su marcada mirada masculina y una representación de las mujeres pobre, a menudo cosificando a sus personajes femeninos y retratando recursos prototípicos como dejarlas en "la nevera" hasta que tengan alguna función para mover la trama desde otro punto de vista, ya sea el asesinato, o servir de chispa para el autodescubrimiento y la realización del potencial que el protagonista masculino experimenta posteriormente.
Nolan y el club de las esposas muertas
En 'Memento' (2000) su principal personaje femenino era una clásica rubia manipuladora, en 'El prestigio' (2006) incluiría a dos, pero solo para ofrecer una dualidad polarizada, por una parte Sarah Borden (Rebecca Hall), la clásica madre que debe sufrir constantemente debido al trabajo, los intereses y la rivalidad de su esposo y por otro Olivia Wenscombe (Scarlett Johansson), quien era prácticamente una mujer trofeo de una victoria imaginada frente a su rival. Un papel dual que evoluciona en 'Oppenheimer' pero sigue el mismo camino.
En 'Tenet', Elizabeth Debicki hacía de Kat, un personaje aparentemente completo, pero pronto su importancia acaba reduciéndose a su altura y a su proximidad a un hombre; solo es útil debido a su relación con Sator, y el espectador debe sentir simpatía por ella porque es una madre que sufre abusos a manos de su esposo, básicamente acaba sirviendo de víctima, utilizada como rehén. Volviendo a las dos escenas de sexo de 'Oppenheimer', son un buen ejemplo de hacia dónde ha evolucionado el papel de la mujer en el cine de Nolan.

En la primera escena vemos la fijación del director por la filosofía y la teoría como deflector de las sensaciones de pasión que surgen entre el científico (Cillian Murphy) y Jean Tatlock (Florence Pugh). Nolan muestra un desnudo de la actriz, pero el foco se convierte en un libro en sánscrito que Tatlock encuentra en el estante del físico, el Bhagavad Gita, un texto religioso clave en el hinduismo, del que lee parte del poema épico Mahabharata. Aquí donde suena la cita "Me he convertido en la Muerte, destructor de mundos", que dice mientras Tatlock vuelve a ponerse encima suya.
Delirios de grandeza en la alcoba
Una elección de guion involuntariamente graciosa, que subraya el propio complejo de Dios del personaje en una sesión de sexo que, por otra parte, resulta fría y casi sin pasión. La película da preferencia a la referencia cultural pomposa que a preparar el momento para crear una intimidad real entre los dos personajes. Además, cuando Tatlock le pide que le traduzca sánscrito durante el acto, revela otro de los mayores tics de Nolan en su tratamiento de las mujeres, dibujándolas como recipientes para el genio de sus protagonistas masculinos. Tatlock es casi una femme fatale, que se limita soltar teoría comunista y acabando reducida a amante torturada.
Pero si la primera escena de sexo, metiendo con calzador una cita sobre la que reincide película desde el principio, dibuja a Tatlock como un vehículo, la segunda alcanza niveles de bochorno. Cuando la Comisión de Energía Atómica de los Estados Unidos interroga a Oppenheimer sobre sus antiguos lazos comunistas, sus interrogadores le pregutan sobre la última vez que vio a Tatlock. En ese momento, el protagonista recuerda estar en una habitación de hotel, donde los dos se sientan uno frente al otro en sillones separados, completamente desnudos.

Entonces las dos realidades se fusionan de forma inesperada y mientras Oppenheimer está en su vista de autorización de seguridad tomamos el punto de vista de la mujer del cienfífico, Kitty, y cambiamos a su perspectiva, mientras imagina a Oppenheimer y Tatlock, desnudos, follando justo en frente de ella, en esa misma habitación, mientras los señores de traje siguen con sus preguntas. Pero no solo se queda en esto, sino que Tatlock mira fijamente a Kitty en este escenario de fantasía, burlándose de ella. Una representación surrealista de los celos de Kitty por la cita extramatrimonial de su esposo, exagerada y gratuita, que encima quiere pasar por evocadora.
"Habrá que poner sexo, que es una película adulta"
La escena, que no pega con el tono casi de cine de tebeo postadolescente del que Nolan no logra despegarse nunca, no solo resulta burda por la forma en la que desnaturaliza una escena de coito como si fuera un thriller erótico, ni siquiera por la vuelta a la figura de Tatlock como una vívora interesada, por muy subjetiva que sea, evoca los celos de Kitty como una humillación pública, llevando el tropo de la "esposa sufridora" a extremos delirantes. Su personaje es "la madre que aguanta al genio" de todos esos biopic que incluyen a personajes femeninos solo para añadir otra dificultad al camino del retratado, sino que además pasa la mayor parte de tiempo en pantalla con el ceño fruncido, gritando o directamente llamando "pelele" a Oppenheimer por no enfrentar con más energía a sus enemigos.
Por mucha intensidad que le ponga Blunt, su personaje es una sufridora en segundo plano y al final del largometraje no tiene más relevancia que haber sido un bastón o acicate enfadado para Murphy. Además, las semillas de la aventura con Tatlock finalmente terminan en tragedia, lo que sincroniza con su anterior tendencia a retratar a las mujeres en la órbita del genio masculino. En este caso no es la esposa muerta, sino la amante suicida. Aunque ojo, que Nolan utiliza un montaje de flashback para sugerir que quizá ha sido asesinada, en una subtrama de conspiración que acaba en ninguna parte.

Es más, esa percepción de asesinato no influye en las acusaciones de comunista a Oppenheimer, que parecen unidas con más intencionalidad de lo que realmente tiene la "subtrama" de espionaje. Además, esos puntos de vista subjetivos del suicidio rompen esa regla de punto de vista desde el protagonista que Nolan ha puesto como excusa para no enseñar los efectos de los bombardeos reales. Porque lo importante al final no es tanto su arrepentimiento, sino su "pacto" con Einstein, su persecución y su sufrimiento de mártir, para lo que los personajes femeninos de la película son comparsas necesarios por exigencia de la plantilla del biopic arquetípico americano.
En Espinof | Las 22 mejores películas biográficas de la historia del cine
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23 comentarios
halleck
Creo que es el texto más simplista que he leído en mucho tiempo. En fin...
Usuario desactivado
Que Blunt solo fue un bastón para Murphy? Pues claro, no se llama Oppenheimer la película?
Es como si te quejas de que Einstein tampoco pinta nada y es poco más que un viejo que contempla la naturaleza.
Algunos estáis enfermos.
linkinboy
Ya tardaba en salir un artículo de 'Nolan y las mujeres' xD
canseco
Cringe da el artículo
Mr.Floppy
Pues a mí la segunda, cuando se fusiona con la sala de interrogación me parece cojonuda.
carisio
Que cojones va ser polémico un desnudo en el año 2023. Que será un recurso fácil para subir la recaudación, vale, pero lo mismo que un cameo puntual o meter una escena de acción en una peli (que aunque dure un par de segundos te la meten en el trailer) que no pinte nada. Ya se que el clickbait vende pero esto ya es pasarse de castaño oscuro.
Que otra cosa digo: si tal o cual personaje mata o dispara a no se quien no pasa nada, si sale en bolas entonces se forma la mundial. Los "héroes" de Marvel pueden matar a quien pase por allí pero eso de salir en cueros es de enfermos... Asesinar es menos grave que salir desnudo por lo que parece.
danielcristaldo3
Los artículos de este sitio es el verdadero cringe
celuloide_feliz
Uf, he tenido que leer el artículo un par de veces y, aún así, ni le veo sentido ni representa la película que yo vi. Transita por derroteros especulativos que, a trozos, parecen de psicología barata. Creo que todos los personajes que aparecen en la película están muy bien construidos, reflejan la época en la que transcurre la película y, sobre el sexo, es algo tan amplio, complejo y tan personal que no me parece adecuado criticarlo de la forma en que se hace aquí. Ya quisiera ver en otras películas la profundidad y complejidad de los personajes de "Oppenheimer" en vez de personajes planos y absurdos.
El artículo me ha recordado a esas disquisiciones interminables realizadas hace siglos, en cónclaves u otras reuniones, para discutir sobre el sexo de los ángeles, la trinidad y otras cuestiones.
Hablando de sexo, con respeto al autor pero no al artículo, esto me ha parecido una paja mental.
lacedemonio
¿Qué es cringe?
baruk
Ya el anglicismo en el título es poco serio.
Ahora, el tema. El desnudo de ambos en las butacas es interesante, complicidad y relajación, ambos desnudos tras tener sexo, hablando tranquilamente de temas complejos para ellos, pero a la vez separados, sin interacción emocional física. Reflejo de la relación que tienen.
La del interrogatorio una visión clara desde el punto de vista de Emily Blunt, le da igual lo que esté diciendo, no escucha, tan solo genera en su mente lo que siente como traición, exponiendo la intimidad ante todos, quedando ella relejada al fondo.
Dos escenas cortas, sin mas peso que afianzar ante el espectador los sentimientos de los tres.
geodatan
Cringe es Barbie....
Godfrey
Algo de razón tiene, a Nolan no se le dan bien los personajes femeninos y parecen ser accesorios en la historia. Pero Nolan tampoco es Paul Thomas Anderson en la dirección de actores, ni tiene la mala leche de Hitchcock respecto a sus personajes femeninos, simplemente no le interesan y son un elemento instrumental. De Nolan no espero Madame Bovary, así que tampoco hay que cargar muchas tintas.
🖕🏻
Madre mía que patochada.
uy! ha dicho "follando" (soplar con el fuelle, como todo el mundo sabe)... menudo artículo más transgresor
spinete
Jajajajaja me ha hecho bastante gracia el “artículo”. Típico texto de alguien que se cree que sabe más y mejor que uno de los mejores directores de nuestra época. Seguro que sabe mucho mejor las razones de por qué algunas elecciones de guión, faltaría más.
En fin. La próxima vez, si esperabas ver un papel súper relevante de una mujer, es conveniente que sepas lo que vas a ver. Seguramente en una película llamada Thatcher, o Curie, encuentres lo que buscas.
elefanterosa
Solo vengo a decirte que me alegra que la mayoría de los comentarios te hayan dado por todos lados, como bien merece alguien tan mentiroso que solo busca polémica barata, Te falta empatía y humanidad
monstertruck
este articulo tuyo si da cringe,100% cringe
pastor.de.gatos
Pues a mí me parecieron escenas de gran complejidad y totalmente necesarias para mostrar la perspectiva de esos personajes.
Y otra cosa que me gustaría señalar es que he encontrado una errata en el artículo en la parte que dice: “Entonces las dos realidades se fusionan de forma inesperada y mientras Oppenheimer está en su vista de autorización de seguridad tomamos el punto de vista de la mujer del cienfífico, Kitty, y cambiamos a su perspectiva, mientras imagina a Oppenheimer y Tatlock, desnudos, follando justo en frente de ella, en esa misma habitación, mientras los señores de traje siguen con sus preguntas." en la que, si te fijas bien, pone “cienfífico" en lugar de “científico".
calick
No sé a qué viene tanto comentario airado. Es que es cierto: en ninguna de las películas de Nolan no hay un solo personaje femenino interesante o que cargue con el peso de la historia. Vale que con Oppenheimer quizá no sea el mejor ejemplo porque siendo un biopic hay que ceñirse a la realidad, pero razón mo falta, así que calmad esos humos, gente…